[Geoinfo] otras campanas sobre la minería

Roberto Scasso rscasso en gl.fcen.uba.ar
Jue Feb 26 17:51:34 ART 2009


Articulo del Dr. Ricardo N. Alonso, Publicado en la *Mining Press*
*Mining Press, Buenos Aires, 29 de diciembre de 2008
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**Luces y sombras del balance minero

Por Ricardo N. Alonso
Doctor en Ciencias Geológicas. Ex Secretario de Minería de Salta
*
La minería argentina, como muchas otras actividades productivas (el 
campo, por ejemplo) capotó en el 2008. Se continuó adelante con un 
décimo de los proyectos que venían en marcha. Se paralizaron muchas de 
las actividades de exploración. Arreciaron las críticas de 
organizaciones ambientalistas internacionales que trabajan para que no 
seamos dueños de nuestros recursos. Por ello la consigna es no a la 
minería: cualquier minería. Para que tengamos que depender de todos los 
metales, no metales y minerales nucleares, aún cuando los tenemos 
ampliamente distribuidos en nuestro propio territorio. No es sólo el 
discurso contra las grandes multinacionales "que se llevan el oro", que 
por otro lado son las que exploran durante 10 o 20 años a pleno riesgo, 
gastando cientos de millones de dólares y que luego para abrir un 
yacimiento invierten cifras descomunales; sino también contra cualquier 
minería aún cuando sea realizada por el propio estado argentino como es 
el caso del uranio y la vieja Comisión Nacional de Energía Atómica 
(fundada por Perón en 1950). Como se ve, se ha montado un prolijo plan 
para frenar la actividad minera en todas las provincias argentinas 
apelando al fantasma de la contaminación. Como hicieron en Gualeguaychú 
con las papeleras del Uruguay que hoy están funcionando con cero 
contaminaciones y sin embargo los "ecologistas" siguen cortando el 
puente internacional lastimando gratuitamente la hermandad uruguaya. 
Bajo argumentos como "Sí a la vida, no a la minería", "Malbec o 
Cianuro", "El agua vale más que el oro", entre otros, y a través del 
panfleto anónimo (siempre anónimo) se buscó y se busca crear una imagen 
negativa sobre una actividad productiva que cumple con todos los 
requisitos establecidos por las leyes. No importa que se trabaje con 
todas las regulaciones ambientales tanto municipales, provinciales, 
nacionales como internacionales, siempre se agita –repetimos- el 
fantasma de la contaminación para frenar los proyectos antes siquiera de 
que arranquen. Si un gobernador apoya a la minería, caso de los 
ingenieros José Luis Gioja en San Juan o Eduardo Brizuela del Moral en 
Catamarca, reciben el rótulo de "asesinos" o "genocidas". Por suerte, 
son los gobernadores con imágenes positivas más alta en el país (eg. 
Datamática). Y son dichos estados donde la obra pública se ha 
multiplicado a partir de las regalías mineras. Hoy se tienen pueblos de 
esas provincias donde gracias a las regalías mineras cuentan con agua 
potable, cloacas, rutas asfaltadas, internet y otros adelantos que ni 
hubiesen soñado. Lo mismo le pasa a distintos funcionarios, llámese 
intendentes, secretarios, subsecretarios o directores de minería, 
diputados, senadores, concejales o lo que sea cuya honra es mancillada 
por el solo hecho de hacer cumplir las reglamentaciones en vigencia. Se 
fue creando una nefanda imagen de que hacer cumplir la ley está mal. Que 
cualquier asamblea de vecinos autoconvocados (y lamentablemente mal 
informados) tiene más valor que todo un marco jurídico elaborado por 
legisladores y profesionales a lo largo de un siglo de trabajo. Los 
funcionarios, muchos de ellos (y no todos por suerte), se vuelven 
temerosos de hacer cumplir la ley. Hemos visto cómo desde el epicentro 
de Gualeguaychú (y con fondos de la fundación Argen-Inta que manejaba la 
eyectada e incompetente secretaria de medio ambiente Romina Picolotti) 
se movían los ambientalistas que venían a las distintas provincias 
argentinas a frenar la minería. Portando la abstrusa mentira como 
emblema de trabajo. Pasando videos de Chernóbil en escuelitas de pueblos 
del interior. Hablando de la "minería a cielo abierto" y buscando 
generar como carga semántica el que "se iba a abrir el cielo", o 
"explotar la mina" pasaba a ser algo así como la explosión de una mina 
de guerra pero de tamaño gigante. El uso mal intencionado de "explotar" 
en el sentido de "extraer" por "explotar" en el sentido de "volar" y en 
este caso una montaña por los aires (abriendo el cielo o sea a cielo 
abierto). Asimismo, el cianuro, un químico industrial fácil de controlar 
y manejar, es usado en el sentido del veneno que mata. Y mata únicamente 
al que lo consume, por eso es veneno de suicidas, pero los mineros lo 
manejan correctamente como ocurre desde hace medio siglo en algunas 
minas argentinas donde jamás un minero murió por un accidente con 
cianuro y como ocurre en cientos de minas del mundo (menos del 15% de 
todo el cianuro mundial se usa en minería). En Australia se subsidia el 
cianuro para que los mineros puedan extraer más oro y crear más riqueza 
para su país. En Argentina se han frenado excelentes proyectos usando la 
metáfora del cianuro-veneno. Proyectos que, de todas maneras, algún día 
van a ser explotados y no precisamente por argentinos ni para 
argentinos, sino por las potencias del futuro cuando ya el icono 
contaminación sea un lejano y mentiroso recuerdo. Porque debe quedar 
bien en claro que los mayores opositores a la minería contaminante son 
los propios mineros y por eso hoy trabajan con todas y cada una de las 
más precisas regulaciones ambientales. Muchos fueron los caminos que 
llevaron a un balance negativo como freno a la actividad durante el 
2008. Sin embargo hubo otras señales favorables, entre ellas el retorno 
de la provincia de La Rioja con un fuerte mensaje minero del gobernador 
Beder Herrera, quién –además- creó la Secretaría de Minería y puso al 
frente a un reconocido hombre del sector como Oscar Lehz; la Cámara 
Argentina de Empresarios Mineros con un fuerte mensaje del Dr. Manuel 
Benítez durante la conferencia Argentina Oro en Buenos Aires; el veto 
correcto de la Presidente a la ley de glaciares (otro espanto como la 
ley de bosques) que pretendía, detrás de la falacia de la definición de 
cualquier trozo de hielo, frenar actividades productivas a lo largo de 
la Cordillera ; y finalmente en Salta, la firme posición del gobernador 
Juan Manuel Urtubey, quién definió a la minería como política de estado 
en su provincia. En Salta, desde el mundo minero, hay un antes y un 
después luego del jueves 27 de noviembre de 2008, cuando Urtubey reunió 
en el emblemático Salón Blanco del Centro Cultural América a todo el 
arco del mundo minero representado por el Secretario de Minería de la 
Nación Jorge Mayoral, el presidente de la CAEM Manuel Benítez, el 
Secretario General del gremio de los obreros mineros Héctor Laplace de 
AOMA, el presidente del Consejo Federal Minero (COFEMIN) Martín Sánchez, 
el ministro de desarrollo económico (Julio C. Loutaif) y el secretario 
de minería de Salta (Lic. Ricardo J. Salas), el presidente de la Cámara 
Minera de Salta Facundo Huidobro, presidentes de otras cámaras mineras 
regionales, legisladores de las comisiones de minería de Salta y el 
país, funcionarios mineros provinciales y nacionales, intendentes de 
pueblos mineros, empresarios mineros, profesionales, técnicos, obreros, 
en fin un colectivo que representa a una actividad que genera riqueza 
genuina en los lugares más alejados de nuestra geografía. La fuerte 
señal del ejecutivo salteño, que además refuerza la acción de gobierno 
con el envío de una ley de seguridad y estabilidad jurídica para las 
inversiones que se realicen en Salta, representa aire fresco que 
permitirá encarar con mejor oxígeno el difícil 2009 que se avecina. 
Esperamos que finalmente las luces venzan a las sombras y la minería 
–como una actividad productiva más- ayude en el despegue económico que 
tanta falta le hace a nuestro castigado país.


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