[Geoinfo] La Ciencia y el mar
silvia marcomini
scm en gl.fcen.uba.ar
Lun Dic 26 11:57:04 ART 2016
LA BIOLOGÍA MARINA, ¿SÓLO UNA PASIÓN?
por
Pablo Penchaszadeh
Investigador Superior del CONICET, Premio Consagración en Biología,
Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales 2015.
Caballero de las Palmas Académicas de la República Francesa 2010. Autor
de los libros "Biología Marina" Eudeba, "Patagonia Submarina" LaRivière,
"Invasores" Eudeba.
Estamos en una región del planeta con características propias y únicas.
Por su historia geológica y su devenir desde el pretérito Gondwana hasta
quedar unida Sudamérica a América central, y por el sur constituyendo el
espacio continental más cercano de la Antártida.
Ello implica una responsabilidad: el estudio de la biodiversidad
autóctona y de sus avatares. Especies que están amenazadas y al borde de
la extinción por deterioro del hábitat y mala gestión costera,
contaminación, explotación pesquera, introducción de especies invasoras,
etc.
¿Quiénes se dedican a la investigación de la diversidad marina?
Los biólogos marinos. Son los jóvenes cuya genuina vocación por la
naturaleza y sus habitantes encuentra como encauzarse en el marco de una
disciplina académicamente exitosa en la Argentina. Y eso a pesar de los
exilios forzados y recurrentes a que fuera sometida.
¿Cómo puede ser que con tanto canto de sirena hacia otras áreas del
conocimiento, más de moda, más apreciadas socialmente (y
económicamente) y más salida laboral, sigan ingresando a los
laboratorios que hacen investigación marina docenas de jóvenes estudiantes?
Vapuleadas y menospreciadas disciplinas como la taxonomía (el estudio e
identificación de las especies), los ciclos de vida y la ecología de
ambientes naturales comercialmente “no productivos” están vivas por la
vocación irreductible de nuestros jóvenes nóveles científicos y por el
tesón y renovada pasión de nuestros biólogos más veteranos. Renovada
porque con cada joven que sale de campaña a la costa o con un barco al
mar a recoger muestras y que comienza a preguntar qué es esto y esto
otro, se retroalimenta la pasión primigenia, y estos muchachos y chicas
se convierten en el espejo donde los veteranos nos miramos, con emoción,
porque nos reconocemos en nuestra más genuina e ingenua curiosidad, y se
constituye ese maravilloso y fecundo círculo virtuoso de ese
especialísimo y vibrante espacio que es la investigación científica. El
mar y el laboratorio es donde la formación de los jóvenes va a signar su
devenir y el del área de conocimiento.
Hace solo unos pocos años la Argentina comenzó a correr su frontera
marina. Y no hablamos del espectacular corrimiento de los límites de la
soberanía. Nos referimos a que se comenzó a estudiar, por primera vez,
los fondos abisales, de grandes profundidades a las que no se accedía
por no disponer de barcos apropiados ni la intención de las autoridades.
Frente a la Provincia de Buenos Aires existe una disrupción de la
plataforma continental, que cae abruptamente por el talud hasta
profundidades de 5.000 metros. Es el cañón submarino de Mar del Plata.
Estamos estudiando la biodiversidad de los abismos marinos de la
Argentina, con varias docenas de estudiantes, becarios y jóvenes
investigadores trabajando en los distintos laboratorios a lo largo del
país. Estamos publicando en las mejores revistas internacionales de
biología marina los descubrimientos de numerosas especies antes
desconocidas para la ciencia, el hallazgo de insospechadas formas de
reproducción y el crecimiento de especies habitando hasta varios miles
de metros de profundidad.
“¿Para qué sirve eso?”. La Argentina es signataria del Convenio sobre la
Diversidad Biológica; de esta manera ha asumido el compromiso y la
responsabilidad a nivel internacional de la investigación y protección
de la biodiversidad en su dominio marino.
¿Por qué se muere la cuarta parte de los ballenatos que nacen en la
región de península Valdés? ¿Cuántas crías nacen por año?
¿Cómo puede hacerse sostenible la pesca del calamar, que es la mayor
extracción del Mar Argentino, si se reproduce una única vez en su vida?
¿Por qué no deben introducirse especies foráneas para su cultivo?
¿Cuántas especies invasoras se han detectado en el mar Argentino? ¿Cómo
afecta su presencia a los ecosistemas nativos?
¿Cuáles son las relaciones entre la fauna antártica y la de la
plataforma argentina?
¿Por qué los cangrejos no viven en la Antártida?
¿Hace falta ampliar las áreas protegidas marinas? ¿O mejor crear nuevas
reservas?
La Biología Marina no solo es una pasión, sino un área del conocimiento
fundamental para la Argentina. El fomento de la curiosidad de nuestros
jóvenes permitiendo que se encaucen hacia la investigación científica de
nuestro mar permitirá que la Argentina sea realmente soberana en el
dominio marino que administra. En este sentido el país está muy
retrasado. Son demasiadas las preguntas para el número de investigadores
e instalaciones existentes. No solo deben mantenerse los planteles
instalados a lo largo del país sino acrecentar sus capacidades,
permitiendo el libre acceso de los investigadores a los buques
oceanográficos, aumentar el número de becas, el ingreso a la carrera
científica de los nóveles investigadores y asegurarles un salario que
pueda sostener la dedicación exclusiva a la tarea investigativa.
Nuestra disciplina es una entre tantas otras áreas del conocimiento que
no se desarrollará si el país no invierte en Ciencia. Y como se ha
escuchado que la Argentina no puede darse el lujo de gastar en ciencia,
repetimos: ESTE PAÍS NO PUEDE DARSE EL LUJO DE NO HACER CIENCIA.
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